LA VIVEZA DEL VENEZOLANO ELEMENTO DISTANCIADOR DE LA CONVIVENCIA SOCIAL.

Por Abgdo: Antonio J. Betancourt. Vecino Villa Numero 2.

La preocupación de la humanidad por la formación de los hombres es elemento consustancial a su surgimiento y evolución. Desde las civilizaciones más antiguas, se aprecia el interés por el perfeccionamiento del hombre, porque las nuevas generaciones reciban una formación basada en la educación en valores y creencias que los convierta en ciudadanos modelos, con el interés de alcanzar el "mejoramiento humano." A manera de corolario de la serie de reflexiones sobre la misión educadora de la familia, y en la intención de enfatizar la necesidad que tiene toda persona de aprender a desarrollar unas capacidades y actitudes necesarias para lograr un comportamiento adecuado en la vida familiar y socio comunitaria, comparto las siguientes referencias:




Actitud
: Forma de manifestación Participativa, se manifiesta mediante:

- La responsabilidad.
- El ejercicio del poder.
- El reconocimiento de la otra persona.
- El diálogo que reconoce la pluralidad.



Pluralista, se expresa mediante:

- El respeto por las diferencias.
- La solución de conflictos en el marco de la ley.
- La búsqueda de consensos y respeto por el disenso.
- El compartir proyectos comunes con aquellos diferentes a mí.
- El acordar reglas de juego.
- La construcción crítica del poder.



Social,
 se expresa mediante:
- La capacidad de colocarse en el lugar de la otra persona.
- La comprensión crítica de la realidad social.
- El establecimiento de reglas de convivencia.


Queridos Vecinos, (Padres de familia): Parte de nuestro compromiso, como Educadores, es propiciar el aprendizaje de estas habilidades y actitudes para la convivencia social, por parte de nuestros hijos, para ayudarlos a lograr un activo protagonismo ciudadano, mediante su participación responsable y comprometida en grupos y organizaciones de la sociedad civil, y en los espacios políticos. Él ideal de construir una Comunidad mejor, requiere de mejores ciudadanos, más íntegros, más solidarios y más comprometidos. En cada hogar, podemos y debemos forjar la preparación de estos nuevos Ciudadanos. Me encontraba el Viernes compartiendo con mis vecinos, en las jornadas de Cárnicos, que algunos Vecinos Diligentes, consustanciados con los valores de colaboración desinteresada, realizaron después de tantas gestiones al respecto; ya que por circunstancias diversas no se pudieron dar las tan esperadas jornadas, como era la compra de las anheladas Bolsas de Comida, pero en el mismo interés y en la misma onda, se obtuvo el programa de cárnicos, que en realidad servía para mantener contacto con las Autoridades y continuar las gestiones para conseguirlas. Desde la madrugada, ya se encontraban los Diligentes Vecinos haciendo Gestiones para poder trasladar los insumos a nuestra Comunidad; ya pasada la hora programada pese a la impaciencia de muchos, llega lo esperado por la comunidad. Se da comienzo a la jornada, cargada de inexperiencia, improvisación; pero con mucho deseo y amor de que todo saliera bien, sentimiento este expresado por los organizadores del evento. Esfuerzos, estos que en vez de ser recompensados con paciencia, aceptación y humildad; por el contrario se expreso descontento, desorden e impaciencia, aflorando con esto nuestra verdadera identidad “LA VIVEZA DEL VENEZOLANO” La consecuencia más visible, es que la Comunidad de Laguna Paraíso, entronizó la desconfianza en donde todos se perciben como sospechosos. “En una sociedad de vivos, nadie confía en nadie, la desconfianza es tan grande que nos impide generar nexos más allá de la familia. Y ojo, en la familia también te puede salir un ‘vivo’. . Eso nos impide avanzar”

Por eso Digo, se debe asumir como una tarea colectiva, con respeto, estima la colaboración para: “Merecemos un trato más respetuoso, más solidario, más cívico. Y eso pasa por la sociedad, que debe propiciar mecanismos para reforzar los lazos colectivos como, por ejemplo, rituales de cohesión social. POR VIVEZA CRIOLLA, podríamos definir esa “preciosa” capacidad que tenemos los venezolanos para improvisar en situaciones incomodas (como por ejemplo colas para entrar a un sitio, tratar de adelantarse en el trafico, negociando la compra de un bien, etc.); comportamientos alejados totalmente a las reglas o leyes establecidas, pero que nos llenan de orgullo. Aquí el vivo Corona, no hay muchas oportunidades para el que vive en el lado justo de las cosas. Ya uno no puede ni dejar el carro en el taller, porque si no le cambian las piezas, te lo ‘arañan’ para que se vuelva a dañar. La solidaridad consiste en: primero yo, después yo, y después también yo”. Desde tiempos ancestrales hemos estado sometidos a este flagelo, llamado pleonexia, que no solo está avalado y constituido, sino que, además, es aplaudido. Se trata de una cultura individualista en la cual cada quien hace sus cálculos de lo que le importa y de cómo puede sacar provecho a los demás o de los acontecimientos. Al mejor estilo de Tío Conejo, según lo que decía el dramaturgo José Ignacio Cabrujas, los venezolanos hemos enquistado ese estado natural de ‘tirarnos de vivos’ y que el prójimo resuelva. No solo se violan las reglas, sino que además se celebran abiertamente sin ningún tipo de conciencia colectiva y no conforme, nos presentamos como ejemplo a seguir. Eso hemos sido. Hecho el pendejo y jugando lo mete el perro, todo nuestro discurso tiene algo de esa “viveza criolla”. Todo cuenta, desde hacer silencio y no cantar el Himno nacional en el colegio, hasta hacerse el pendejo al momento de pagar la cuenta. Es algo instaurado en la cultura del venezolano, resumir o simplificar todo a punta de trampas, poner el ladrón para no pagar el agua y robarse la luz, no pagar el cable, bachaquear, vender los cupos, el puesto en la cola y hacerse pasar por embarazada para cobrar el cheque de la nómina, etc, etc…


En Venezuela ser vivo está en los genes. La lección es: “Si soy un ‘vivo’, mis hijos serán vivos y así sucesivamente, la cadena continuará y así se seguirán alimentando situaciones de las cuales nos quejamos a diario”.

Todo radica en la formación y el sentido común, el sentido de pertenencia y el valor que le demos a lo anterior, el resto vendrá por añadidura, así dicen los viejos (los más sabios), saben que nuestra crisis es más mental que de cualquiera otra índole, nuestra viveza debe estar dirigida a la solidaridad, al servicio comunitario y a colaborar en todo. Esa es la única salida. Pero mientras las quejas vayan dirigidas a la política y al mal manejo de las cosas, seguiremos en desventaja con nosotros mismos, seguiremos padeciendo de lo mismo y sin iniciativa para remediarlo. ADELANTE VECINOS DE LAGUNA PARAISO, QUE NO NOS VUELVA A OCURRIR, AYUDEMOS TODOS; CONVIVENCIA Y PAZ. REFLEXIONEMOS

Comentarios

  1. Excelente Articulo, debemos leerlo en FAMILIA, y hacerlo extensivo a la calle, comunidad y la escuela. Pero mas alla de eso internalizarlo como individuo demostrando que podemos ser mejores personas y mas que un Tio conejo. Como venezolano tenemos mucho que aprender como sociedad pero poseemos gran espíritu.
    Adelante.

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  2. Valoro la reflexion. Puede ser el principio de una mejor consciencia cominitaria.

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  3. Muy bueno este artículo, felicitó a su autor.

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